El Momento de la Unidad

Hace unos pocos años, los locutores o Voice Over decidieron juntarse, con una buena vibra, tratando de auto regular sus mercados, mediante estandarización de buenas prácticas y tarifas. Pasamos ¨Del Codo A La Mano" (Ver mi blog con dicho título). En Latinoamérica, nos demoramos un poco más, pero, definitivamente, creo que la tendencia permeó, no sólo el ámbito del voiceover, sino también el resto de la cadena de producción audiovisual. Hoy quisiera enfocarme, en concreto, en varias iniciativas que, especialmente desde que estalló el distanciamiento social, han surgido, con la finalidad de generar un nuevo ambiente de trabajo en equipo, desde todo el espectro de la creatividad y el mercadeo. Tal vez es en estos días, cuando más veo a los creativos publicitarios, hablando entre sí, dándose ideas y generando oportunidades de trabajo para darse la mano. Incluso, produciendo contenidos donde prima el mensaje, por encima de los intereses económicos. Nos dimos cuenta, que este negocio, no es sólo para sobrevivir y llenar nuestros bolsillos. Se trata de transmitir una onda poderosa que nos recuerde que hacemos parte de algo más grande que lo que siempre nos vendieron. 

Grupos de Creativos, Redactores Publicitarios, Independientes, Editores, Mercadólogos y muchos más, se han juntado, incluso creando eventos para buscar la forma de ¨darle la vuelta¨al negocio. Un nuevo período donde nos hemos vuelto más conscientes de que somos interdependientes dentro de la misma cadena y que nos necesitamos unos a otros. Esto ha surgido ya que todos los esquemas tradicionales de trabajo, lentamente se han venido desmoronando. Gracias a, o Por Desgracia, la tecnología y el consumo de medios ha cambiado drásticamente. Los consumidores se han vuelto más selectivos ante el inmenso portafolio de ofertas que buscan robar su atención. El tiempo se ha convertido, más que nunca, en la más valiosa moneda y para nadie es un secreto, que la publicidad convencional, muy pocas veces goza de interés. Los canales tradicionales, la televisión, los comerciales, han pasado a un segundo plano. El internet nos ha abierto las puertas a grandes posibilidades, incluso nos ha mostrado que el mundo está abierto y podemos navegarlo con sólo apretar unas cuantas veces la pantalla del teléfono celular. Ahora la gente busca divertirse, ayudar a causas ambientales, o sociales, ser más inclusiva. Estamos en una época muy interesante donde la única manera de subsistir está en pensar como comunidad, más que en los intereses individuales. Si mi cliente deja de vender, deja de comprarme y yo dejo de comprarle a mis proveedores.... Es todo un círculo que mueve la economía y nos damos cuenta que sólo ayudando desde el más pequeño, pasando por todos y cada uno de los involucrados en la cadena, es que logramos la estabilidad. 

Es todo un reto, en estos tiempos de crisis, pensar en la salida, pero como he leído en varios textos, es en las crisis cuando se generan los mayores avances de la humanidad. Es ahora cuando la creatividad necesita desbordarse. Es ahora cuando debemos encontrar nuevos caminos, nuevos valores, nuevas genialidades. Para mí, la clave está en entender a todos los actores, reuniéndolos para generar ideas novedosas, donde el otro aporte un punto de vista diferente a mi quehacer diario. Entender, qué necesitas y cómo puedo yo o mis conocidos, servirte. La tecnología hace también parte de esta salida. Ella es un gran integrador que permite la interacción sin necesidad de desplazamientos. Ella puede integrar grandes cantidades de información y señalar con precisión problemas que pueden tornarse en oportunidades. Incluso también puede convertirse en creadora de nuevas formas de interacción que van más allá de lo que actualmente cabe en nuestras cabezas. Por último, a mis ojos, es importante también enfocarse en integrar todos los potenciales de un ser humano. No sólo sus sentidos de la vista y el oído. También su olfato y no sólo el físico, sino la forma como respira. Ser más inclusivos con todo aquello que está en capacidad de ser, pensar y hacer. Simplemente valerse de más sentidos, en la creación de una nueva realidad.